Leer Capítulo Completo
Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
No puedo yo de mí mismo hacer nada: como oigo, juzgo: y mi juicio es justo; porque no busco mi voluntad, mas la voluntad del que me envió, del Padre.
Otro es el que da testimonio de mí; y sé que el testimonio que da de mí, es verdadero.