Leer Capítulo Completo
¿Y quién de vosotros podrá con afán añadir á su estatura un codo?
Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen cillero, ni alfolí; y Dios los alimenta. ¿Cuánto de más estima sois vosotros que las aves?
Pues si no podéis aun lo que es menos, ¿para qué estaréis afanosos de lo demás?