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Levanta tus pies á los asolamientos eternos: A todo enemigo que ha hecho mal en el santuario.
Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, Cuando redimiste la vara de tu heredad; Este monte de Sión, donde has habitado.
Tus enemigos han bramado en medio de tus sinagogas: Han puesto sus divisas por señas.