Leer Capítulo Completo
No tienes tú parte ni suerte en este negocio; porque tu corazón no es recto delante de Dios.
Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, que piensas que el don de Dios se gane por dinero.
Arrepiéntete pues de esta tu maldad, y ruega á Dios, si quizás te será perdonado el pensamiento de tu corazón.