Leer Capítulo Completo
Y como Jesús la vió, llamóla, y díjole: Mujer, libre eres de tu enfermedad.
Y he aquí una mujer que tenía espíritu de enfermedad dieciocho años, y andaba agobiada, que en ninguna manera se podía enhestar.
Y puso las manos sobre ella; y luego se enderezó, y glorificaba á Dios.