Leer Capítulo Completo
Así que, si me tienes por compañero, recíbele como á mi.
No ya como siervo, antes más que siervo, como hermano amado, mayormente de mí, pero cuánto más de ti, en la carne y en el Señor.
Y si en algo te dañó, ó te debe, ponlo á mi cuenta.