Leer Capítulo Completo
No digan en su corazón: Ea, alma nuestra! No digan: Hémoslo devorado!
Júzgame conforme á tu justicia, Jehová Dios mío; Y no se alegren de mí.
Avergüencense, y sean confundidos á una los que de mi mal se alegran: Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.