Leer Capítulo Completo
Mira, oh Dios, escudo nuestro, Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.
Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración: Escucha, oh Dios de Jacob (Selah.)
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos: Escogería antes estar á la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad.