Leer Capítulo Completo
No endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, Como el día de Masa en el desierto;
Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo de su dehesa, y ovejas de su mano. Si hoy oyereis su voz,
Donde me tentaron vuestros padres, Probáronme, y vieron mi obra.