Leer Capítulo Completo
Pues si no podéis aun lo que es menos, ¿para qué estaréis afanosos de lo demás?
¿Y quién de vosotros podrá con afán añadir á su estatura un codo?
Considerad los lirios, cómo crecen: no labran, ni hilan; y os digo, que ni Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.